Sin duda alguna, el ser humano experimenta un desarrollo cognitivo desde la naturalidad que se estipula en las experiencias expuestas durante el ciclo vital, sin embargo, este desarrollo puede ser mayor si las acciones que regulan dicho desarrollo se brindan desde el eje conexo con la estimulación temprana para que el aprendizaje perdure en el tiempo.

E. albornoz & M. Guzmán (2016), declaran que durante las distintas investigaciones que se han llevado a cabo frente al desarrollo cognitivo en edades tempranas, demuestran que, durante los tres primeros años de edad el 90% del cerebro se ha desarrollado, los niños y niñas asimilan el conocimiento de manera más acelerada agregándole lo concerniente a la emocionalidad positiva que debe experimental el infante durante esta edad para que las condiciones de desarrollo que manifiesten.

Este binomio entre las singularidades de estimulación en conjunto con la afectividad que rodea el contexto donde se desarrolla el niño, propia al aprendizaje significativo con un ingrediente de desarrollo emocional acorde con el proceso de crecimiento como ser biopsicosocial (Arango de Narváez, Infante de Ospina & López de Bernal, 2006. Citado por E. albornoz & M. Guzmán (2016).

Aunado a esto, las proporcionalidades de incentivo para el desarrollo cognitivo en los niños, debe estar supeditado a las habilidades adquiridas ya sea de forma natural o por la exploración expuesta de manera sistemática durante el crecimiento. Ordoñez & Tinajero (2005), definen el desarrollo cognitivo como “un proceso por medio del cual el niño y niña organiza mentalmente la información que recibe a través de los sistemas senso-perceptuales, para resolver situaciones nuevas con base en experiencias pasadas”. De aquí la importancia de intentar llevar al menor hacia el hábito por descubrir cómo funciona el contexto, como funciona el mundo y como funciona una sociedad; esto se pueda lograr a través de la interacción lúdica dentro del micro sistema donde evoluciona el desarrollo de los niños, los padres y la familia son los primeros maestros naturales de estos y por consiguiente, son los encargados de despertar el estimo frente al aprendizaje vinculado con el lenguaje, la multisensorialidad, identidad, relacionamiento, repetición entre otros factores que se enlazan con las funciones ejecutivas dentro del espectro cerebral.

Así pues, el juego como factor determinante en el desarrollo de las habilidades cognitivas en los niños, se presenta como elemento resolutivo para llegar de una manera acorde a la madurez dentro de los espacios de satisfacción intrínseca que ocupan las expectativas de los menores al momento de aprender. G. Craig (1998), explica que los juegos con objetos a menudo desapercibidos por padres o cuidadores, son realmente importantes si se tiene en cuenta la biomecánica exigida al momento de estirar la mano, tomar y retener los mismos. Estas habilidades aparentemente simples, junto con sus capacidades perceptuales ya más promisorias, los facultan para los juegos más “complicados” en cuanto a la exigencia cognitiva propiamente dicha.

Estos juegos con experiencias funcionales en el tacto y otros sentidos involucrados, son claramente ejercitados bajo las acertadas condiciones que se palpan en los productos de JUGUETES SMART, los cuales invitan a los niños para que adquieran conocimientos en un nivel desarrollo avanzado, llevando a cabo un proceso de capacitación estructurada con el acompañamiento de padres o adultos con el fin de que los procesos de habilidades frente a las conexiones sociales no se vean mermadas y cumpla con los requerimientos para el sano desarrollo de la cognición y de la salud mental en los niños.

En este último aparte, se trata de integrar diversión, experiencia, aprendizaje y desarrollo social a través de los JUGUETES SMART quienes están interesados en el bienestar del pequeño bajo un ambiente de estimulación cognoscitiva, todos los productos que la empresa antes citada ofrece, intenta activar la relación interpersonal entre niño y cuidador como factor central del desarrollo mental para con los infantes. Acudiendo a lo descrito por Uzgiris (1984, citado por G. Graig, 1998.Pág 185), los padres y otros cuidadores son una constante fuente de estimulación; lo anterior conexo con las propiedades que se brindan los JUGUETES SMART, se convierten en la opción ideal si de estimular el desarrollo cognitivo de los menores se trata.

Referencia bibliográfica

Albornoz Zamora, E. J., & Guzmán, M. C. (2016). Desarrollo cognitivo mediante estimulación

en niños de 3 años. Centro desarrollo infantil Nuevos Horizontes. Quito, Ecuador. Universidad y Sociedad [seriada en línea], 8 (4). pp. 186-192. Recuperado de https://rus.ucf.edu.cu/

Craig, G. (1998). Desarrollo psicológico. Alabama Estados Unidos: PRENTICE HALL.

Ordoñez, M., & Tinajero, A. (2005). Estimulación temprana. Madrid España: Cultural.

Uzgiris, I. (1984). Imitación en la infancia : Sus aspectos interpersonales. Minessota : Elbaum

Por:

José Antonio Gómez Rodríguez

Psicólogo

Licenciado en educación

Máster en comportamiento multidisciplinario

Universidad de Buffalo